lunes, 11 de marzo de 2013

El pájaro y el pez


Había una vez un pájaro que quería ser pez. Desde las ramas de los árboles los observaba en el río y ambicionaba (ESPERABA) el día en que también él pudiera zambullirse en el agua y nadar como ellos. Obsesionado con su sueño, ni siquiera atendía las advertencias (AVISOS) de los otros pájaros.


-¡No pierdas el tiempo detrás de quimeras (SUEÑOS, FANTASÍAS), que lo tuyo es volar! ¡Tú eres un pájaro y perteneces al aire!
Ajeno a sus consejos, imitaba las evoluciones (MOVIMIENTOS) de los peces tratando de aprenderlas, sus giros, sus maneras, corregía sus movimientos y distendía (RELAJABA) su pico como veía hacer a los peces con su boca.
La primera vez que se lanzó a la corriente a punto estuvo de morir ahogado e igual suerte corrió en sus demás intentos.
De la experiencia de sus fracasos, sin embargo, fue extrayendo consecuencias y llegando a felices conclusiones. Aprendió a plegar sus alas y adherirlas (PEGARLAS) al cuerpo hasta transformarlas en aletas. Más tarde aprendió a estirar el cuello hacia adelante, manteniendo rígidas sus patas, paralelas a su cola, y a hacer de ésta un timón con que marcar el rumbo. Después supo almacenar en su buche aire con que ayudar a sus pulmones, y aprendió a mudar (CAMBIAR) sus plumas en escamas... hasta que, confundido con los demás peces, aquél que fuera pájaro, iba y venía por el río boqueando su felicidad ante el asombro general.
Un día en que se divertía nadando entre las algas del fondo del río, un pez se le acercó y le reveló su sueño: quería ser pájaro.


Contrariado (ENFADADO), interrumpió su juego y le contestó:
-¡No pierdas el tiempo detrás de quimeras, que lo tuyo es nadar! ¡Tú eres un pez y perteneces al agua! 


MORALEJA: Aparte de nuestros sueños y deseos, debemos aprender a defender los sueños y los deseos de los demás. 

El pájaro y el pez


Había una vez un pájaro que quería ser pez. Desde las ramas de los árboles los observaba en el río y ambicionaba el día en que también él pudiera zambullirse en el agua y nadar como ellos. Obsesionado con su sueño, ni siquiera atendía las advertencias de los otros pájaros.


-¡No pierdas el tiempo detrás de quimeras, que lo tuyo es volar! ¡Tú eres un pájaro y perteneces al aire!
Ajeno a sus consejos, imitaba las evoluciones de los peces tratando de aprenderlas, sus giros, sus maneras, corregía sus movimientos y distendía su pico como veía hacer a los peces con su boca.
La primera vez que se lanzó a la corriente a punto estuvo de morir ahogado e igual suerte corrió en sus demás intentos.
De la experiencia de sus fracasos, sin embargo, fue extrayendo consecuencias y llegando a felices conclusiones. Aprendió a plegar sus alas y adherirlas al cuerpo hasta transformarlas en aletas. Más tarde aprendió a estirar el cuello hacia adelante, manteniendo rígidas sus patas, paralelas a su cola, y a hacer de ésta un timón con que marcar el rumbo. Después supo almacenar en su buche aire con que ayudar a sus pulmones, y aprendió a mudar sus plumas en escamas... hasta que, confundido con los demás peces, aquél que fuera pájaro, iba y venía por el río boqueando su felicidad ante el asombro general.
Un día en que se divertía nadando entre las algas del fondo del río, un pez se le acercó y le reveló su sueño: quería ser pájaro.

Contrariado, interrumpió su juego y le contestó:
-¡No pierdas el tiempo detrás de quimeras, que lo tuyo es nadar! ¡Tú eres un pez y perteneces al agua!  


MORALEJA: Sabemos pelear muy bien por nuestros sueños
pero no somos nada solidarios con los de los demás.

     ambicionar.
(De ambición).
1. tr. Desear ardientemente algo.



       advertir.
(Del lat. advertĕre).
1. tr. Fijar en algo la atención, reparar, observar. U. t. c. intr.
2. tr. Llamar la atención de alguien sobre algo, hacer notar u observar


quimera

2. f. Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo.

evolucionar.
1. intr. Dicho de un organismo o de otra cosa: Desenvolverse, desarrollarse, pasando de un estado a otro.

distender.
(Del lat. distendĕre).
1. tr. Aflojar, relajar, disminuir la tensión. U. t. en sent. fig.

adherir.
(Del lat. adhaerēre).
1. tr. Pegar algo a otra cosa. Adhiero el sello al sobre. Adhirió el cartel a la pared.

mudar2.
(Del lat. mutāre).
1. tr. Dar o tomar otro ser o naturaleza, otro estado, forma, lugar, etc. U. t. c. intr.

contrariar

2. tr. Disgustar, enfadar. Acepté una taza por no contrariarlo.








viernes, 8 de marzo de 2013

La gallina de los huevos de oro

 
LA GALLINA
DE LOS
HUEVOS DE ORO


Un hombre tenía una gallina que todos los días ponía un huevo de oro. Como era ambicioso empezó a pensar en que el animal debía tener en su interior una gran barra de oro.
Entonces decidió matarla para sacar la barra y se encontró con que la gallina era exactamente igual a todas las de su especie.




Por alcanzar de una vez toda la riqueza perdió inclusive lo poco que tenía.

Debemos contentarnos con los bienes que poseemos y no codiciar insaciablemente riquezas imposibles.


 CARACTERÍSTICAS DE UNA FÁBULA


AUTOR

 
 
No está probada su existencia como persona real. Diversos autores posteriores sitúan en diferentes lugares su nacimiento y la descripción de su vida es contradictoria. Hasta la época en que vivió también varía según los autores aunque todos ellos coinciden en que vivió alrededor del 600 a. C.[1] Heráclides Póntico lo menciona como una persona natural de Tracia, nacido esclavo de Jantos y posteriormente liberto de Idmon.[2]
Fedro en sus fábulas esópicas, recopilación de fábulas de Esopo, le sitúa en la ciudad de Frigia. Suidas también dejó escrito que procedía de la misma ciudad.[2]
En un escrito atribuido a Planudes, atribuye el lugar de nacimiento de Esopo en Amorium de Frigia.[2]
En la época clásica su figura se vio rodeada de elementos legendarios e incluso se ha puesto en duda su existencia por algunos historiadores. Sus fábulas se utilizaban como libros de texto en las escuelas y Platón dice que Sócrates se sabía de memoria los apólogos de Esopo.
De la misma manera que diversos autores cambian el lugar de nacimiento también son diversas las citas que le sitúan en diferentes periodos.
Fue asesinado en Delfos, tras una acusación falsa de robo.


 


lunes, 4 de marzo de 2013

Al borde del camino

Al borde del camino on PhotoPeach

Al borde del sendero- Antonio Machado

Al borde del sendero on PhotoPeach

Al borde del sendero un día nos sentamos.
Ya nuestra vida es tiempo, y nuestra sola cuita
son las desesperantes posturas que tomamos
para aguardar... Mas Ella no faltará a la cita.
Antonio Machado