En la mitología griega, Narciso (en griego
Νάρκισσος) era un joven conocido por su gran belleza. Las doncellas se
enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él las rechazaba.
Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfaEco, quien había disgustado a Hera
y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de
aquello que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a
Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el
bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó «¿Hay
alguien aquí?», Eco respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta
entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!». Después de responder:
«Ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso
cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se
ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz. Para
castigar a Narciso por su honestidad, Némesis,
la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen
reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de
apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas.En el sitio donde
su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.
ECO
El eco es un fenómeno acústico producido cuando una onda se refleja y regresa hacia su emisor. Puede referirse tanto a ondas sonoras como a electromagnéticas.
En el caso del oído humano, para que sea percibido es necesario que el eco supere la persistencia acústica,
en caso contrario el cerebro interpreta el sonido emitido y el
reflejado como un mismo sonido. El mínimo retardo necesario entre ambos
sonidos varía desde alrededor de 100 ms
para sonidos secos hasta varios segundos para sonidos complejos, como
la música. Si el sonido ha sido deformado hasta hacerse irreconocible,
se denomina reverberación en vez de eco.
El caso de las ondas electromagnéticas, el fenómeno es utilizado en el radar.
1.m.
Planta herbácea, anual, exótica, de la familia de las Amarilidáceas,
con hojas radicales largas, estrechas y puntiagudas; flores agrupadas en
el extremo de un bohordo grueso de dos a tres centímetros de alto,
blancas o amarillas, olorosas, con perigonio partido en seis lóbulos
iguales y corona central acampanada, fruto capsular y raíz bulbosa. Se
cultiva en los jardines por la belleza de sus flores.
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